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22 de abril de 2015

ELABORACIÓN DE PASTA DE PAPEL


En esta entrada vamos a mostrar como elaborar pasta de papel, un material sencillo, barato, ligero y que puede utilizarse en muchas de las creaciones de escenografía, bien como base de nuestro diseño o bien para la realización de complementos que acoplaremos al mismo (muros, piedras, deformaciones del terreno, etc.).

Comencemos con los materiales básicos para la elaboración de la pasta de papel, mostrados en la siguiente fotografía.

Materiales básicos para la elaboración de pasta de papel.

Si, ya lo sé, no he puesto el material más necesario de todos, el papel. Esto lo he hecho con toda la intención ya que la variedad de tipos de papel que podemos utilizar es muy grande (periódicos, revistas, publicidad de buzoneo, cartón de huevos, cajas de cartón, guias telefónicas, etc.) y la gran ventaja es que podemos usar cualquiera de ellos. No importa, en principio, el tipo de papel que vamos a usar como base para la creación de nuestra pasta, pero quiero aclarar unos conceptos básicos iniciales antes de mostraros el procedimiento de elaboración.

La ventaja más grande es que vamos a reciclar material que, de otro modo, acabaría en un vertedero y que vamos a encontrarlo con mucha facilidad, sin tener que gastar dinero en ello. Todos conocemos lugares que tienen prensa diaria (bares, nuestra propia casa, amigos, etc.) a los que podemos acudir en busca de materia prima. Y si no es prensa, pueden ser cajas de cartón, publicidad, guias viejas de teléfonos o cualquier otra cosa en la que el papel sea su materia prima.
Hay que procurar utilizar papeles con una textura mate (diarios, guias telefónicas, cartón de huevos, etc.) ya que el papel satinado o brillante (como el de las fotografías, las revistas o algunos tipos de publicidad), debido a los barnices que producen ese brillo no nos dará un buen material de base.
Otro concepto muy importante a tener en cuenta, sobre todo cuando usamos papeles de diarios, es que la tinta con la que están impresos puede provocar, en personas con gran sensibilidad en la piel, algunos efectos alérgicos si lo manipulamos con las manos desnudas. Yo os aconsejo utilizar guantes desechables, del tipo que más cómodos os sean para evitar esas reacciones alérgicas.

Bien, hechas estas consideraciones preliminares, pasemos a explicar lo que os he mostrado en la fotografía anterior.
En el número 1 tenemos un bol grande de plástico que solo usaremos para esta actividad ya que, como se aprecia en la foto, el pobre acaba de todos imaginables.
Con el número 2 tenemos algunos tintes, de base acrílica (su disolvente es el agua) con los que podemos teñir la pasta base con el fin de darle un determinado color. Es bastante útil cuando hemos de hacer grandes cantidades para elaborar, por ejemplo, bloques de piedra (un tinte base negro o gris) o terrenos para un diorama (una base de tinte marrón, por ejemplo). En los casos de añadir tintes a la pasta base, hay que tener en cuenta que al secarse ésta, los colores se aclaran, perdiendo intensidad.
En el número 3 encontramos cola vinílica, de la que se usa para el papel de empapelar. Como se usa disuelta en agua, es más fácil de mezclar con la pasta de papel que la habitual cola blanca de carpintero. Es la que uso habitualmente y me permite generar diferentes tipos de texturas según la densidad de su elaboración.
Marcada con el número 4 os muestro la cola blanca, básica en la mayoría de procesos creativos de escenografía, pero que requiere un poco más de trabajo para ser mezclada que la cola vinílica.
Con el número 5 vemos el clásico y sufrido colador de cocina, de malla metálica fina, que nos permitirá retirar, de manera muy eficiente, el sobrante de agua de nuestra pasta de papel.
En el número 6 vemos una batidora (vieja) con la que podremos triturar el papel húmedo hasta convertirlo en la pasta base que necesitamos. esta operación podría hacerse con la mano, pero sería un proceso de amasado lento y cansado.
Marcados con el número 7 tenemos unos ejemplos (en este caso bloques de pasta de papel, ya secos, que usaremos para elaborar muros de piedra) de la aplicación de la pasta de papel.
Finalmente, con el número 8, os muestro un tipo de moldes que he usado para la elaboración de los bloques de pasta del número 7. Son soportes para mecheros, elaborados con plástico, y me han salido muy bien de precio ¡¡gratis total!!. Me los ha proporcionado una estanquera que los iba a tirar a la basura. ¿Os dais cuenta que todo se puede reciclar y que, muchas veces, la basura de unos es el tesoro de otros?.

Ahora os mostraré, como complemento de la foto anterior, otros materiales que podemos usar con nuestra pasta de papel.

Otros materiales para usar con pasta de papel.

Esta foto podríamos considerarla una ampliación de la anterior ya que, con el número 1, tenemos unos botes que contienen pigmentos en polvo, que podremos aplicar a nuestra pasta para darle un color de base, igual que hemos visto con los tintes acrílicos. Y, con el número 2, tenemos un molde comprado en una tienda de manualidades, de silicona, para elaborar piezas de escayola para castillos. Este molde lo uso para elaborar otros bloques más grandes, también de pasta de papel, o de escayola. Da un juego muy completo a la hora de realizar escenografía o piezas para dioramas.

Vistos los materiales que vamos a utilizar, veamos el proceso de creación de la pasta de papel.


Paso 1, trocear el papel elegido.

Trocearemos el papel que vayamos a usar (en este caso es de una guía de teléfonos) en pequeños trozos (cuanto más pequeños, más fácil de triturar luego) y los iremos depositando en un envase fácil de manipular con la batidora.


Paso 2, depositar el papel troceado en un envase.

A poder ser, usar un envase en el que, posteriormente, pueda introducirse la batidora y , si puede ser, que sea transparente (como es el caso del ejemplo de la fotografía, un envase de café liofilizado de plástico).


Paso 3, añidir agua caliente cubriendo bien todo el papel.

Cuánto más tiempo esté a remojo el papel, más fácilmente se podrá triturar después. Usamos agua caliente (no hace falta que esté hirviendo) porque ayuda a descomponer la celulosa del papel.


Paso 4, usaremos una batidora vieja.

Paso 4 bis, trituraremos el papel, junto con el agua, de modo homogéneo.

En el proceso de triturado del papel ya podemos empezar a seleccionar la textura final que tendrá la pasta base. Si lo trituramos poco obtendremos una pasta más basta que, al secar, será más rugosa y un poco menos homogénea. Por el contrario, si lo trituramos mucho obtendremos una pasta más fina,  con una cohesión mejor y una menor rugosidad final, tras la fase de secado completo.


Comparación entre el papel en remojo y cuando se ha triturado.

Una vez finalizado el triturado del papel, podemos añadirle un color base a la pasta. Esto lo podemos conseguir usando tinte para pinturas, colores en polvo o pinturas acrílicas. A gusto de cada uno.
Una vez finalizado el triturado del papel (añadiéndole color de base  o no), lo dejaremos reposar una hora más o menos.


Paso 5, recipientes con pasta base, a la que se ha añadido color, reposando.

Paso 6, escurrir el agua sobrante de la mezcla de pasta base.

Esta opción, la del escurrido de la pasta, puede hacerse tanto si se le ha añadido colorantes como si no. Solo hay que tener en cuenta que, si hemos usado colorantes, podemos manchar la pila donde estemos escurriendo la pasta y nos puede costar una bronca. Limpiad bien la pila al acabar, acordaos.
Para eliminar el máximo posible de agua, podemos apretar la pasta dentro del colador para obligarla a expulsar más agua.
Hay que tener en cuenta, en este momento del proceso, que una pasta con más agua será más maleable pero tardará más en secar y se contraerá mucho cuando esté seca. Una pasta más seca, con menos agua, también reducirá pero menos y sera un poco más espesa, lo que puede dificultar su trabajo posterior.
En función del uso que vamos a dar a la pasta de papel que generemos, tendremos que tener en cuenta este hecho, ya que el agua contenida en la masa forma parte del volumen total de la misma y su evaporación hará que se retraiga el producto final en mayor o menor medida, dependiendo de la cantidad de agua que contenga.


Paso 7, depositar en el bol la masa escurrida, para su amasado final.

En esta fase podemos escurrir aún más la pasta de papel, comprimiéndola con las manos, si vemos que nos ha quedado demasiado líquida..
Si no hemos añadido ningún color en los procesos anteriores a la pasta base, lo podremos hacer a partir de este momento, dentro del bol de amasado. En el caso de la pasta que se ve en la fotografía (realizada con hojas de una guía telefónica), aun no se le ha añadido color. Queda de ese tono verdoso, a pesar que en su origen eran hojas de las páginas amarillas, porque las tintas de las páginas se han mezclado con el color amarillo de base.


Paso 8, amasar manualmente la pasta en el bol.

 En este caso, se le ha añadido un color verde a la pasta base, usando un tinte acrílico para pintura de paredes de ese color. Se amasa bien el conjunto, como hemos comentado antes, hasta que quede un color y una textura homogéneos.
Acabado este proceso, vamos a poner la cola (en este caso será cola vinílica que ya tendremos preparada de antemano, siguiendo las instrucciones de su envase) que será la que permita que la pasta de papel, una vez seca, mantenga su cohesión.


Paso 9, añadir la cola vinílica.


Paso 9 bis, poniendo la cola sobre la pasta base.

No pongáis toda la cola de golpe. Ir poniendo pequeñas cantidades hasta conseguir la densidad deseada.


Paso 10, mezclar la pasta base con la cola, amasando como si fuese un pastel.

Una vez que hemos mezclado bien la pasta base de papel con la cola, ya podemos usarla para trabajar o para rellenar moldes. Sin embargo, aconsejo guardarla dentro de una bolsa de plástico y ponerla en la nevera, por lo menos un día completo.
La pasta que no vayamos a usar, así como la cola vinílica que nos sobre, deben guardarse en la nevera para evitar que se sequen. La pasta dentro de una bolsa de plástico, a la que quitaremos todo el aire posible y cerraremos con un nudo no excesivamente apretado, y la cola dentro de un envase con tapa que cierre bien.
Ambos productos, así guardados, pueden aguantar entre tres y cinco días sin problemas. Veamos unas fotos al respecto.


Modo de guardar la pasta en una bolsa de plástico.

La bolsa de pasta de papel, guardada en los estantes de la puerta de la nevera.

El bote con cola vinílica, también guardado en los estantes de la puerta de la nevera.


Bueno, a partir de este momento ya sabéis como elaborar pasta de papel para realizar todo aquello que vuestra imaginación os permita.
Nos veremos en próximos tutoriales sobre materiales para este apasionante mundo del modelismo a escala.

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