Modelismo, maquetas y escenografía

CREACIÓN DE UN MURO DE PIEDRA ELABORADO CON PASTA DE PAPEL

Aquí estamos, de nuevo, para exponer, esta vez, un tutorial sobre la construcción de un muro de bloques de piedra mediante el uso de pasta de papel.

No nos extenderemos en las fases finales de la creación de esta pieza para escenografía (pintado de la misma), de las que solo haremos unos breves apuntes muy sencillos, ya que el objetivo de este tutorial es aprender a utilizar una técnica específica, la del uso de la pasta de papel en la creación de elementos de escenografía.

Hecha esta pequeña y redundante introducción, pasemos al trabajo en si.

Siguiendo los pasos aprendidos en la entrada de como hacer pasta de papel, veamos los elementos necesarios para elaborar nuestro muro de piedra.

Elementos básicos para trabajos con pasta de papel y moldes.

En primer lugar, con el número 1 tenemos una botella de aceite (puede ser de oliva, de girasol o de semillas, no importa. En este caso, yo uso aceite de girasol que impregna menos la pasta de papel) que usaremos para pintar el interior de los moldes, antes de colocar la pasta de papel, y que nos facilitará la labor de desmoldado posterior.


Con el número 2, y para seguir con el reciclado de materiales, tenemos la tapa de una docena de huevos, para poner un poco de aceite en uno de sus huecos. Además de para esto, también suelo utilizar estas tapas para mezclas de pinturas y otras labores propias del modelista (mezclas de arena y cola, por ejemplo).
Con el número 3, nuestra exquisita pasta de papel, recién sacada de la nevera.
Marcado con el número 4, un pincel para extender el aceite por el interior del molde. Puede usarse cualquier tipo, de tamaño medio/pequeño, para que llegue bien a los recovecos del molde. En este caso es un pincel de cerdas sintéticas plano (es más fácil de lavar y desengrasar que los de cerdas naturales).
En el número 5 vemos una bolsa de plástico, normal y corriente, sobre la que pondremos el molde para rellenarlo con la pasta. Lo hago así porque, al comprimir la pasta dentro del molde, saca agua y si le mojo la mesa a mi señora me puede cortar el cuello. Siempre, cuando trabajemos este material, procurad manchar lo menos posible. Es un consejo de amigo.
Y, por último, con el número 6, los moldes que vamos a usar en este trabajo. Como os comenté, son soportes para mecheros y el tamaño de sus huecos va muy bien para imitar bloques de piedra grandes de escala 28 mm.
En este tutorial (aunque se ven tres moldes en la foto) vamos a usar un solo molde, para que os deis cuenta de las proporciones en el uso de pasta de papel. La pasta que está contenida en la bolsa de la fotografía (el número 3) está hecha usando cuatro cartones de una docena de huevos cada uno (de los que se venden en los supermercados. Esta cantidad da para rellenar un molde (cada molde tiene 50 celdas) y sobra un poco de pasta, la justa para hacer una piedra como complemento (o lo que cada uno quiera hacer con esa pasta sobrante).

Hechas las presentaciones, vayamos a la ejecución de nuestros bloques de piedra.

Paso 1, colocar los materiales sobre una superficie de trabajo dura.

Paso 2, poner una pequeña cantidad de aceite en el recipiente que vamos a usar.

Paso 3, mojar suavemente el pincel en aceite. No lo encharquéis.

Paso 4, pintar todas las superficies interiores del molde que vamos a rellenar luego con pasta de papel.

Paso 5, rellenar, una por una, todas las cavidades del molde, con pasta de papel, comprimiéndola bien y procurando que no sobresalga en exceso por la parte superior del mismo. Si se sale ligeramente, no pasa nada. Luego se contrae al secar.

Paso 6, finalizamos el llenado del molde.

Como podéis observar, en esta última fotografía, el molde está completamente lleno y tiene una ligera superficie de pasta que lo cubre por completo (se marcan con claridad los separadores del mismo) y vemos la pequeña roca que hemos realizado (y que ya no veremos más en este tutorial) con el sobrante de nuestra pasta de papel.

Que el molde esté cubierto de esa fina película de pasta de papel nos permitirá sacar las piezas (una vez pasados los días de secado) con más facilidad, en un bloque compacto y no una a una, lo que nos ahorrará tiempo, Una vez bien seca la pasta de papel, es muy fácil separar las piezas cortando las uniones con un cuter o unas pequeñas tijeras.

Bien. Ya tenemos lleno el molde y, ahora, procedemos a dejarlo secar.

Lo ideal es que sea en un sitio al aire libre, ventilado y al que le de bien la luz del sol, ya que así tardará menos en secarse. El tiempo de secado de estas piezas, en concreto, viene a ser de 3 a 4 días, en condiciones óptimas de luz y calor. Los dos primeros días se secarán dentro del molde y luego estarán otros dos días secándose fuera. El tiempo estimado de secado no es exacto, ya que depende de las condiciones ambientales del lugar en el que hemos puesto a secar la pasta de papel. Si hay sol pero hay mucha humedad ambiental, tardarán más en secarse.

Veamos ese proceso de secado.

Textura de la pasta pasadas 24 horas secándose.

En la foto superior ya podemos apreciar el cambio de color (provocado por la pérdida de humedad de la pasta de papel) en nuestras piezas, pasadas las primeras 24 horas secándose. Es conveniente ( si podemos), darle la vuelta al molde cada 12 horas, para que el sol le de por igual y reparta mejor el calor. Si no podemos hacerlo, no pasa nada, solo tarda un poco más en secarse.

Textura de la pasta pasadas 48 horas secándose.

En esta foto se aprecia de una forma más notoria como ha ido perdiendo agua nuestra pasta de papel y ya parece que esté completamente seca. ¡¡CUIDADO!!, no es así. Si forzamos sacarla del molde acabaremos rompiendo la mayoría de los bloques, pues aún contienen mucha humedad en su interior.

Casi al finalizar el segundo día ya podremos empezar a mover, con mucho cuidado y ejerciendo una presión muy controlada sobre cada uno de los bloques por su parte posterior, el conjunto de nuestro molde. 

Más o menos sería así, como os muestro en la siguiente tanda de fotografías, como hay que hacerlo.

Desplazando las piezas desde la parte inferior del molde.

Así, poco a poco, vamos empujando cada uno de los bloques del molde, sin llegar a sacarlos completamente de su alojamiento. Los desplazamos un poco, para que les de el aire y el sol un rato más.

A continuación, repetimos esta operación, hasta que ya empiece a verse como sale la pieza completa del molde, y acabaremos por sacarla del todo, muy suavemente (insisto, los movimientos bruscos y sin control estropean el trabajo de varios días, y eso cabrea mucho) tal y como podéis ver en las siguientes fotos.

Sacar, con mucho cuidado, el conjunto de las piezas de dentro del molde.

Y, por fin, aquí tenemos nuestro conjunto de futuros bloques de piedra.

Como bien se aprecia en la última foto, aún se ve la humedad que hay en el corazón de las piezas. Se nota en el color más oscuro que se ve en las juntas.

Os lo voy a enseñar mejor, mirad la siguiente foto.

Humedades en el interior de las piezas.

Aquí apreciamos dos conceptos bastante interesantes, uno que se observa muy bien la humedad existente en el interior de las piezas del molde y, el otro, que la fina película de pasta de papel que dejamos sobre la parte superior del molde nos permite mantener las piezas unidas, pudiendo mover conjuntos de piezas en sentido vertical, horizontal o circular, Esto es interesante si vamos a realizar coberturas de piezas más grandes (como muros de castillos, columnas, etc.).

Por último, para completar la fase total de secado, volveremos a dejar las piezas, una vez sacadas del molde, al aire libre otras 48 horas. Como veréis en la foto siguiente, es conveniente que estén un poco levantadas del suelo para que circule el aire. Para esto yo suelo utilizar el propio molde de donde las he sacado, ya que, a través de sus celdillas libres, circula bastante bien el aire favoreciendo el secado de la pieza.

Esperando que seque por completo.

Llegados a este punto, y dada la extensión del tutorial, dejamos el resto del proceso para una segunda parte.

Nos vemos allí.