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21 de junio de 2015

COSAS DE JUVENTUD.

Así quiero titular esta nueva etiqueta de este blog, la cual me va a dar pié para escribir unas cuantas entradas sobre aquellas cosas que, cuando fuimos jóvenes, nos hicieron soñar, nos hicieron imaginar y acabaron introduciéndonos de lleno en el mundo del modelismo a escala.
Lo he descubierto haciendo limpieza en el lógico caos de mi espacio de trabajo, al sacar unas cajas en las que, ¡¡oh milagro!!, aún sobrevivían maquetas de mis años mozos (porque, aunque no lo parezca, todos hemos sido jóvenes alguna vez), en las escala más variopintas y en unos estados de acabado muy dispares.
En esas cajas se juntaban maquetas de las escalas 1/72, 1/35, 28 mm y otras de dudosa procedencia (tal vez restos de HO, 1/76, incluso 1/48 y 1/144), en todo tipo de materiales (plástico, metal blanco e incluso plomo y madera), piezas bonitas de una existencia breve, junto a elaborados engendros fruto de la desmedida imaginación de un adolescente.
Con reverente temor (por si rompía algo que luego no sabía de dónde era), les he quitado el polvo, las he ordenado sobre una mesa por tamaños (para luego poder acertar la escala a la que pertenecían en origen) y las he estado mirando un buen rato.
Recuerdos....

Esa ha sido la palabra clave para empezar esta serie de entradas sobre los orígenes del modelismo en mi historia personal, y su desarrollo a través de los años transcurridos.
Faltarán, como no, multitud de maquetas que se perdieron en el origen de los tiempos así que, rebuscando en el fondo de mi memoria, intentaré conseguir  hacer una valoración (muy personal, evidentemente, y muy poco objetiva) del trabajo realizado a lo largo de estos años y de mis motivaciones para realizarlo.  
Dado que de las escalas que más piezas completas he encontrado son las de 54 y 28 mm, haré unas cuantas entradas dedicadas, principalmente, a esos grupos. No olvidaré, ya que estamos en tiempo de recuerdos, mis orígenes modelísticos que fueron con la escala 1/72, de la que llegué a tener todos los aviones y todos los tanques y vehículos de la Segunda Guerra Mundial.
Pero eso ya es historia antigua (casi prehistoria), y solo dejaré esta breve reseña de ello, como mero hecho anecdótico.
Sirva como complemento a esta breve introducción, un conjunto de fotografías de las mencionadas maquetas, a modo de aperitivo visual, y de las que, a lo largo de las diferentes entradas, iremos dando cumplida explicación.






Bueno, en las próximas entradas nos leemos.
Hasta pronto.

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